Una de las mayores alegrías de la crianza es cuando su hijo lo deja entrar a su mundo privado.

¿Qué es el mundo privado? En términos generales, es un lugar especial donde todos tenemos pensamientos más profundos, los recuerdos atesorados, y donde nos sentimos más vulnerables. Es la esencia de lo que somos. El mundo privado es lo que compartimos con nuestro cónyuge y solo con nuestros amigos más confiables y cercanos.

A medida que nuestros hijos comienzan a crecer y a ser conscientes de sí mismos, su mundo privado se convierte en una realidad. Inicialmente, es un lugar que desean compartir con aquellos en quienes más confían, como mamá y papá. A medida que envejecen, con suerte esa confianza se extiende a su(s) hermano(s) que deberían convertirse en sus mejores amigos.

Lo complicado del mundo privado es que es solo por invitación. Por mucho que tratemos de obtener un todo-pase de acceso a los mundos privados de nuestros cónyuges, hijos y amigos, este solo es disponible a través de invitación por la naturaleza íntima y vulnerable del mundo privado. Para obtener una invitación, necesitas demostrar que también puedes ser confiable, genuino, sincero y vulnerable. Pero una vez que obtienes esa invitación y privilegio, las bendiciones y la riqueza de la relación son profundas.

¿Recuerdas cuando comenzaste a salir con tu cónyuge y los momentos del mundo privado que compartiste? Cómo ¿Cuándo fue cuando su hijo o hija le preguntó por primera vez si pensaba que eran inteligentes, guapos o bonitos? Ambos son ejemplos de cómo reconocer la invitación al mundo privado de aquellos que más amas. Necesitamos crear un entorno que permita que otros nos confíen su mundo privado y necesitamos prepárarnos para reconocerlo.

Aquí hay algunas preguntas que debe hacerse si se está perdiendo un tiempo de mundo privado con sus seres queridos:

  • · ¿Te caracterizas por hablar palabras alentadoras y amorosas? ¿O eres de mal genio? ¿Y crítico?
  • · ¿Estás hablando su lenguaje de amor? ¿Con qué frecuencia?
  • · ¿Estás orientadolos o te estás orientado a ti mismo? ¿Estás demasiado ocupado?
  • · ¿Estás buscando momentos del mundo privado?

Puede ser obvio, pero ¿te gustaría abrir tu mundo privado a alguien que es duro, egoísta, centrado en si mismo y emocionalmente ausente?

Debido a que el mundo privado es muy valioso para su dueño, debemos ser muy atentos para manejar esos momentos con cuidado. Especialmente si deseamos que se confíe en nosotros para seguir teniendo acceso a ese mundo privado, para ampliar esas relaciones profundas.

Tal vez debido a las oportunidades adicionales de tiempo en familia, encontramos que los momentos del mundo privado parecían ser más abundantes durante la temporada de vacaciones. Aquí hay algunas sugerencias en las cuales puedes pensar conforme aquellos que amas comienzan a compartir su mundo privado contigo:

1) ¡Cuida tu lengua y tono! Nada cerrará el mundo privado como una reacción rápida y negativa a una invitación. A veces la invitación puede venir con noticias impactantes o sorprendentes. Abre tu corazón y mide tu reacción.

2) Escucha lo que realmente se dice. A menudo, hay otra capa de verdad que necesita salir. Sólo escuchando atentamente serás capaz de discernir si hay algo más profundo.

3) No intentes “arreglar” nada… a menos que se te pregunte específicamente. Nuestra tendencia cuando las personas más cercanas a nosotros comparten su mundo privado es que queremos ayudar arreglándolo con nuestros brillantes consejos y sabiduría. Una vez más, solo escucha. Ellos te dirán si quieren o necesitan su consejo.

4) Cuando alguien comienza a compartir su mundo privado, sé “disruptible”, porque no sabes cuándo la oportunidad puede volverse a presentar. Ser “disruptivo” es la idea de estár abierto a ser interrumpido o incomodado por el bien de la relación.

5) Corresponda y comparta su mundo privado. Contarle a su hijo algunos de sus recuerdos especiales de la infancia o tener una conversación sincera con su cónyuge sobre sus miedos, por ejemplo, construye una base de confianza y una relación más profunda.

Aprendimos esta idea del mundo privado hace más de quince años en nuestra clase de crianza y rápidamente descubrimos que se aplicaba a todas nuestras relaciones más profundas, así como a nuestros hijos. Por lo tanto, esté atento para esos momentos del mundo privado y prepárate para profundizar esas relaciones significativas con tu cónyuge, hijos, hermanos y amigos más cercanos.

Bendiciones para ti, tu familia y esos momentos del mundo privado,

Shelly y Rich