El enseñarle autocontrol a los niños es uno de esos dilemas que realmente retan las habilidades, intelecto y emociones de los padres porque el autocontrol no viene envuelto como un regalo con un hermoso lazo. Usualmente viene en forma de un berrinche, una pelea con un hermano, un golpe en la pared o una gaveta tirada o rota. Cuando la oportunidad llegue para enseñar autocontrol no es muy claro de lo que es o de lo que hay que hacer. Como padres jóvenes en la casa de los Marr no manejamos esto muy bien porque no teníamos una guía que nos ayudara a descifrarlo.
Por la mayor parte, un niño es traído a este mundo con una naturalidad independiente. Los padres, capa por capa, están para enseñar los caminos del mundo; cómo comer en la mesa, cómo vestirse para el día, cómo cuidar de su cuerpo, cómo llevarse bien con otras personas y con toda las multitudes de culturas. Todo va bien hasta que el niño se opone a las circunstancias, y esa oposición usualmente manifestada en forma de frustración que llega al enojo, es un reto para que los padres puedan entender y modificar. Pero, el atender el problema temprano y el mantenerse en el camino al desarrollo del AUTOcontrol es sumamente importante para los problemas en la vida.
Claro que estamos discutiendo ese mecanismo interno que necesitamos tener para mantenernos dentro de los parámetros sociales aceptables, pero también incluye el auto cuidado; poder sentarse quieto, concentrarse, resistir los deseos de atacar u otros comportamiento de auto cuidado. Gary y Marie Ezzo en Toddlerhood Transitions y Parenting from the Tree of Life han hecho un excelente trabajo ofreciendo guía en esta área (lo cual no podemos comparar con lo que hemos hecho aquí). El autocontrol es una situación de los cimientos que usted construye sobre el mismo al pasar los años mientras su hijo se mueve a través de los grados escolares y aumentan sus responsabilidades y libertad. Entre más temprano usted le enseña manejo interno para manejar esa energía extra, frustración u otros deseos humano, menos agotadores serán los episodios futuros para usted y su hijo.
En Toddlerhood Transitions y Parenting from the Tree of Life, los Ezzos sugieren enseñarle a sus hijos a unir sus manos frente a ellos mismos por 30 a 90 segundos para “ganar autocontrol” antes de comenzar un berrinche o perder el control. Esta pequeña técnica le ofrece al niño un punto central en qué concentrarse mientras que su energía interna y estado emocional se calman. Es bueno añadir las palabras “ganar autocontrol” a esta técnica. El niño poco a poco comienza a relacionar su situación interna al pedido de Mamá o Papá de “ganar autocontrol”.
La técnica de unir las manos puede ser usada en muchas situaciones, pero hay otras guías que lo pueden ayudar en esta jornada:
• Los padres deben pensar juntos durante el Tiempo en el Sofá para encontrar maneras para fomentar el autocontrol. La clave es que mamá y papá son un equipo que modelan los comportamientos aceptados en la familia.
• Recuerde que usted es el padre. El niño va a seguir su ejemplo si usted está decidido a criar. Usted está enseñándoles a formar un entendimiento de lo que es aceptable, por lo que debemos modelar comportamientos correctos. Mucho antes de que ellos entiendan palabras, ellos seguirán su ejemplo. Asegúrese que mamá y papá están en la misma página y críen al mismo estándar de comportamiento. Que no hayan gritas en la pared (problemas en los cimientos). Las reglas de mamá siempre tienen que ser las mismas reglas de papá para no confundir a los niños.
• Estudie a su hijo, ¿Tiene hambre? ¿Tiene sueño? ¿Está cansado? ¿Ha estado por todos lados con él todo el día? ¿Ha habido un cambio en la rutina del hogar? ¿El niño puede verbalizar su situación? ¿Su matrimonio necesita Tiempo en el Sofá?
• Enseñe el autocontrol en momentos de No Conflicto. Practique palabras y acciones antes de necesitarlas. Felicite a su hijo cuando una sus manos e intente calmarse. Luego, de ser posible, haga otra actividad.
• Los berrinches por frustración son diferentes a los berrinches por mal humor. Está bien ofrecer ayuda para calmar la frustración (pero no provea ayuda o lo rescate muy rápido). Los berrinches por el mal humor no deben ser recompensados con ningún tipo de atención. Aléjese del niño con calma y no le dé ningún tipo de atención (después que usted se asegure ellos están seguros y no se harán daño ellos mismos). Si mamá y papá no responden a un berrinche el niño eventualmente comprenderá que esa no es una manera efectiva de salirse con la suya.
Autocontrol es el requisito que todas las personas requieren en orden a conectarse a la abundancia del potencial dado por Dios. Sin el manejo propio a un nivel fundamental, su hijo estará frustrado en la mayoría de sus esfuerzo en la vida. Esta destreza importante es la llave para liberar ese potencial.
Deseándoles bienestar a su familia,
Lis y Dave Marr